Lactancia materna: inversión en salud a largo plazo

Lactancia materna: inversión en salud a largo plazo

Ofrecer al bebé una alimentación que no incluya leche materna o que se le retire este alimento fundamental para su desarrollo antes de tiempo puede tener consecuencias a corto y largo plazo

mundoejecutivo.com.mx.-MARÍA JOSÉ MADARNÁS

El bajo índice de lactancia materna en México es alarmante. Apenas dos de cada 10 bebés reciben lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, un dato preocupante para los organismos de salud mexicanos. La leche de fórmula ha ganado terreno a la leche materna en todo el país. Tanto en entornos urbanos como rurales, cada vez son menos las madres que amamantan a sus hijos y las que lo hacen, lo hacen cada vez por menos tiempo.

Las dificultades durante la lactancia, la reincorporación al trabajo o una creencia errónea de que la leche de fórmula es igual o incluso mejor que la leche materna, son causas de estas cifras tan bajas. La persistencia de mitos que se ha demostrado científicamente que son falsos, pero que el saber popular sigue repitiendo una y otra vez hace más difícil la labor de quienes buscan crear conciencia entre las madres para que opten por la lactancia materna.


La leche materna ayuda a prevenir enfermedades

La recomendación de la OMS es clara al respecto: seis meses de lactancia materna exclusiva y alimentación mixta al menos hasta los dos años. Estas recomendaciones apenas se cumplen en México, donde el promedio de meses con lactancia materna exclusiva es de cuatro meses y se desteta al bebé antes del primer año.

Ofrecer al bebé una alimentación que no incluya leche materna o que se le retire este alimento fundamental para su desarrollo antes de tiempo puede tener consecuencias a corto y largo plazo.

Los bebés alimentados con fórmula y otros líquidos tienen un mayor riesgo de padecer diarrea o infecciones gastrointestinales, algo que con la leche materna es raro que suceda, pues contiene anticuerpos y encimas que ayudan al bebe a desarrollar su sistema inmunológico y gastrointestinal. Además, la leche materna es un alimento mucho más fácil de digerir para el niño.

A largo plazo se ha determinado que los niños alimentados con leche de fórmula tienen más riesgo de padecer enfermedades como la diabetes, el asma, infecciones respiratorias, enfermedades infecciosas y también tienen una mayor predisposición a la obesidad.

Todo esto ocurre porque los bebés que son alimentados con leche de fórmula, reciben un alimento que no tiene las mismas propiedades ni los mismos nutrientes y componentes esenciales para el desarrollo pleno del bebé.

La leche materna además, es diferente en las distintas etapas de crecimiento del bebé, adaptándose a sus necesidades nutricionales de forma natural, lo que asegura que el niño recibe todo lo que necesita al alimentarse para crecer sano y con un sistema inmunológico fuerte y resistente.


Clave para una lactancia exitosa

Sorprende ver como a pesar de los claros beneficios de la lactancia materna los porcentajes de madres que dan el pecho son tan bajos. Desde el embarazo se debe ofrecer a la mujer información clara y una asesoría constante para que conozca bien hasta qué punto es importante que opte por la lactancia materna y para que sepa cómo debe hacerlo de la forma adecuada, para evitar molestias que la puedan hacer desistir antes de tiempo.

También se debe crear conciencia en la sociedad para que la lactancia materna sea vista como algo natural y necesario para la buena alimentación del bebé. Para ello se deben fomentar iniciativas que permitan a las madres trabajadoras continuar con la lactancia luego de incorporarse al trabajo, así como charlas y talleres para enseñar a las madres y a su entorno familiar todo lo necesario para que la lactancia sea una etapa exitosa y prolongada de la maternidad.