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Según un estudio, los bebés autistas prefieren observar patrones geométricos
Investigadores afirman que el hallazgo podría ayudar a detectar el trastorno de manera precoz, cuando los tratamientos son más eficaces
Cuando se les dio la opción de observar patrones geométricos o a niños que bailaban y jugaban, los bebés autistas pasaron más tiempo viendo los patrones, mientras que los bebés que se desarrollaban de forma normal preferían ver a otros niños, según encuentra un estudio reciente.
El hallazgo podría ser otra pista para ayudar a los médicos y padres a detectar el trastorno de manera precoz, cuando el tratamiento puede ser más eficaz, aseguraron expertos.
En el estudio, los investigadores mostraron a 110 bebés que tenían entre catorce meses y 3.5 años de edad dos pantallas de video, cada una de las cuales reproducía un video de un minuto de duración de forma simultánea. Un video era de "salvapantallas" que mostraba formas y patrones geométricos en movimiento. El otro mostraba niños bailando, saltando, sonriendo y jugando.
Alrededor de 37 de los niños habían sido diagnosticados o luego fueron diagnosticados con un trastorno del espectro autista, 22 de los niños tenían otro retraso del desarrollo, y 51 se desarrollaban de forma normal.
Mientras los niños veían los videos, los investigadores utilizaron un "rastreador ocular", un minúsculo rayo infrarrojo que rebotaba de los cristalinos de los ojos de los bebés, para medir el lugar en que los niños enfocaban la mirada.
Alrededor de 40 por ciento de los niños que habían sido o luego fueron diagnosticados con autismo pasaron más de la mitad del tiempo mirando fijamente los patrones geométricos, mientras que apenas uno (menos de dos por ciento) de los bebés que se desarrollaban de forma típica preferían los patrones geométricos.
Cerca del nueve por ciento de los niños con retrasos del desarrollo preferían los patrones geométricos.
Todos los niños que mostraron una preferencia marcada por el patrón geométrico, o sea, que lo miraban más del 69 por ciento del tiempo, tenían autismo, según el estudio.
"Sólo los bebés autistas observaban los patrones geométricos más del 69 por ciento del tiempo. Ninguno de los bebés normales lo hizo", señaló la autora líder del estudio Karen Pierce, profesora asistente de neurociencias en la Universidad de California, en San Diego, y directora de investigación clínica del Centro para Excelencia en el Autismo de la UCSD. "Está bastante claro que mostrar un aumento en el interés por los patrones geométricos y los objetos que se mueven de forma repetitiva es un factor de riesgo del autismo".
El estudio aparece en la edición en línea del 6 de septiembre de la revista Archives of General Psychiatry.
El autismo es un trastorno del desarrollo neural que se caracteriza por problemas con la interacción social, la comunicación verbal y no verbal, y conductas e intereses restringidos.
Aunque muchos niños no son diagnosticados hasta después de los tres años, hay un creciente interés por identificar las señales tempranas del trastorno para que los niños puedan recibir tratamiento antes, cuando tal vez sea más beneficioso, señaló Rebecca Landa, directora del Centro de Autismo y Trastornos Relacionados del Instituto Kennedy Krieger.
Apuntó que sería valioso dar seguimiento al 60 por ciento de los niños autistas que no mostraron una preferencia por los patrones geométricos durante el estudio, para determinar si más adelante sí la mostraron, o si continuaron prefiriendo las imágenes más sociales.
Otra pregunta es si una intervención temprana causaría que los niños autistas se hicieran más sociables, añadió.
"Es un estudio realmente nítido, y los hallazgos tienen mucho sentido", aseguró Landa. "El autismo es heterogéneo. Algunos autistas son desapegados. Otros son sociables, pero tienen conductas sociales inusuales. Todavía hay que indagar mucho más para comprender a los niños en el grupo de trastornos del espectro autista que no preferían los patrones geométricos".
Aunque no hay una señal en particular que sea un indicador claro de autismo, los padres deben prestar atención si notan que sus bebés se obsesionan durante mucho rato con cosas como abanicos que giran, o las ruedas que giran en un carro de juguete, o los ojos que se abren y se cierran en una muñeca, u otras conductas repetitivas, aconsejó Pierce.
El estudio también encontró que los niños autistas tenían menos movimientos oculares sacádicos mientras veían los patrones geométricos, en comparación con los niños que se desarrollaban con normalidad mientras veían las imágenes sociales. "Es como si los patrones tuvieran un efecto hipnótico", dijo Pierce.
Por otro lado, cuando observaban las imágenes sociales, los niños autistas tenían más movimientos sacádicos que los niños que se desarrollaban de forma normal o con retraso.
Los hallazgos de la UCSD llegan poco después de otro estudio, publicado el viernes por el equipo de Landa en el Kennedy Krieger, que también observó las señales tempranas del autismo. Encontró que los bebés en alto riesgo de autismo eran menos propensos a mirar a sus padres de forma espontánea que otros bebés.
En el estudio, Landa y colegas observaron a 25 bebés de seis meses que tenían un hermano autista y a 25 bebés sin antecedentes familiares del trastorno.
Los hermanos pequeños de los niños autistas tienen 25 veces más probabilidades de desarrollar autismo, según el estudio que aparece en la edición de septiembre de la revista Journal of Child Psychology and Psychiatry.
Ambos grupos de bebés tenían las mismas probabilidades de mirar a sus padres cuando un padre intentaba captar su atención, comentó Landa.
Pero los bebés en alto riesgo de autismo eran menos propensos a mirar a sus padres cuando no se les estimulaba, y pasaban más tiempo prestando atención a juguetes o a una palanca de mando utilizados en el experimento.
"Se trata de la iniciación social", explicó Landa. "Los hermanos pequeños de los niños autistas miraban con menos frecuencia y duración. Es algo que los padres deben observar".
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3/11/15
12/7/15
Bebés prematuros son más propensos a sufrir de autismo y dislexia 13-07-2015
Bebés prematuros son más propensos a sufrir de autismo y dislexia
Un estudio británico determinó que los bebés nacidos antes de las 40 semanas de gestación tienen problemas de aprendizaje.
Los bebés nacidos apenas una o dos semanas antes de la gestación completa de 40 semanas son más propensos a desarrollar dificultades en el aprendizaje, como autismo o dislexia, de acuerdo a un estudio británico.
Los resultados muestran que hasta los bebés que nacen a las 39 semanas -un momento en el que muchas mujeres eligen tener un parto por cesárea- tienen un mayor riesgo de sufrir un problema del desarrollo, en comparación con los niños que nacen una semana después.
Científicos en Escocia que analizaron los partos de más de 400.000 niños en edad escolar, hallaron que el riesgo de dificultades en el aprendizaje era del 4 por ciento para los bebés nacidos a las 40 semanas y del 5,1 por ciento para aquellos nacidos entre las semanas 37 y 39.
"Hubo un mayor riesgo de necesidades educativas especiales a medida que caía la fecha de gestación, por eso, mientras los partos se adelantaban, el peligro subía", explicó Jill Pell, experta en salud pública y políticas de salud de la Glasgow University, que lideró el estudio. "Nacer apenas una semana antes eleva el riesgo", agregó.
Los expertos ya saben que un bebé nacido prematuramente, por ejemplo a las 24 semanas de gestación, es más propenso a tener dificultades en el aprendizaje. Pero los riesgos para los bebés nacidos entre las semanas 24 y 40 no habían sido estudiados.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), más y más mujeres en todo el mundo están teniendo partos por cesárea y una "proporción significativa" de estos procedimientos quirúrgicos son realizados sin una clara necesidad médica. Alrededor de un tercio de los bebés nacen entre las semanas 37 y 39 de gestación, ya sea mediante una cesárea o un parto vaginal.
Las tasas de autismo también están en aumento, con una prevalencia mundial estimada de entre el 1 y el 2 por ciento cada 1.000 niños, aunque los expertos dicen que esto se debe en parte a las mejores técnicas de diagnóstico.
Pell admitió este incremento, pero dijo que sería "un salto demasiado grande" asociar sus resultados directamente con los niveles de autismo, porque la enfermedad es sólo una dentro del rango de dificultades del aprendizaje consideradas.
Pell, cuyo estudio fue publicado en la revista de la Public Library of Science Medicine, enfatizó que las cesáreas no eran el único factor detrás de los partos prematuros, ya que muchas mujeres inician el trabajo de parto naturalmente antes de las 40 semanas de gestación.
Pero dijo que los médicos y las mujeres deben considerar el riesgo de los problemas de aprendizaje cuando piensan en practicar una cesárea. "Si se toma la decisión (...) de programar un parto antes de tiempo, tiene que haber un equilibrio entre los riesgos y potenciales beneficios", señaló en una entrevista telefónica. Los niños con necesidades educativas especiales pueden tener una dificultad del aprendizaje como dislexia o autismo o un problema físico como sordera o mala visión.
Etiquetas:
autismo,
dislexia,
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